Seguimos con la racha de recetas comestibles con
pocas variaciones.
En casa hubo muchos reparos para experimentar con
esta receta, llevando cordero que está muy rico y si resultaba un desastre
incomible, era una pena estropear así el cordero.
Hasta el día que sobro un trozo pequeño del asado, difícil
de aprovechar para cualquier otra cosa y candidato a terminar en el cubo de la
basura.
Ingredientes:
Restos de asado de cordero (salsa incluida) Aceite
para freir la carne
200 gr. Cebollas pequeñas o cebolletas 33 cl. De cerveza negra
90 gr. De cebada en grano Pan duro en trozos grandes
Pimienta negra molida y sal al gusto
En una olla grande poner abundante agua y añadir los
restos del asado, cuanta mas agua tenga, mas caldo obtendremos y es importante
que sea abundante. Dejamos a fuego lento, añadiendo más agua de ser necesario,
durante unas dos horas.
Retiramos la carne de la olla y reservamos el caldo
restante. Procedemos a separar la carne de los huesos y ya podemos descartar
los mismos.
La carne obtenida la pasamos por la sartén para
dorarla ligeramente y la añadimos al caldo que teníamos, junto con las cebollas
enteras o cortadas en cuartos, la cebada, la cerveza y rectificamos de sal y
añadimos un toque de pimienta negra.
En una media hora, comprobando que las cebollas estén
tiernas, estará lista para servir.
El mejor modo de servir este potaje es en cuencos,
colocando trozos de pan duro, si es pan de centeno, mucho mejor y vertiendo
abundante caldo.
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