Esta es una de las recetas mejor proporcionadas y
que más ricas salen de todas las que llevo experimentadas hasta ahora. Aunque
hay algún paso en el proceso que no queda muy claro cómo hacerlo y es donde
toca experimentar…
Como ya nos conocemos que no siempre sale a la
primera, hice una primera prueba con ingredientes ya comprados, un paquete
de arándanos rojos secos a punto de caducar. En el libro las autoras explican
que ellas usaron diez zarzamoras, pero después de contar 20 arándanos y verlos
un poquito escaso fui añadiendo hasta que vi que unos cien gramos eran
suficientes.
No los rehidraté ni trocee… Por desgracia no se
repartieron uniformemente en todas las galletas y las primeras tenían poca
fruta y las últimas mucha.
Una vez hechas las variaciones la lista de
ingredientes queda como sigue:
275 gr de copos de avena (no instantáneos) 75 gr de miel
25 gr de harina de trigo 60 gr de mantequilla
Agua la que se necesite 100 gr de frutos rojos
75
gr de piñones
Si se opta por probar la mitad de la masa con cada
fruta dividid las cantidades de estas.
Estas cantidades son para alrededor de medio kilo de
galletas (y son pocas)
En un bol grande se mezclan los copos de avena con
la harina y se va incorporando la manquilla pellizcándola con los dedos para
formar lo que se llama miga de pan.

Después se agrega la miel y las frutas elegidas y
una vez bien mezclados los ingredientes anteriores se añade agua, hasta formar
una masa manejable, compacta y que no esté pegajosa. Si os pasáis de agua
añadid harina hasta obtener el punto.
Al utilizar bayas desecadas es necesario picarlas y
rehidratarlas antes de añadirlas a la mezcla.
Hay varias opciones de frutos. Podéis dividir la
masa en dos y hacer la mitad con piñones y la otra mitad con frutos rojos o hacer
el doble de galletas o de un solo sabor.
Una vez tenemos la masa a punto se cogen porciones
de la misma como para hacer albóndigas y después aplastamos hasta obtener una
galleta más o menos circular de unos 5 milímetros de grosor. Si presionamos en
un molde circular las galletas parecerán más profesionales.
Hornear a 180º durante aproximadamente media hora.
Dejar enfriar y guardadas en una lata metálica, duran una semana.
En casa descubrimos que estaban mucho más ricas las
de bayas y después de que desaparecieran en un abrir y cerrar de ojos los
primeros experimentos tuve que hornear dos kilos de galletas de bayas.
Están muy buenas también sin las frutas y untadas
con quesitos o añadiendo pasas rehidratadas en agua con un poquito de pedro ximenez
y usando parte de este liquido para añadir como agua al buscar el punto de la
masa.