Esta fue la receta que colmó el vaso de mi paciencia
cocinilla, la que me impulsó a una serie de emociones negativas, llorar, romper
algo, tirar el libro por la ventana, dejar de cocinar para siempre…. Y también
la que ayudó a abrir el blog para versionar las recetas como venganza a mi frustración.
Sorprendentemente está funcionando mis ganas de
romper cosas ha disminuido mucho.
En fin dejo de sentirme el ombligo del mundo para
pasar a la masa del asunto.
Una de las pocas recetas sin horno, son unas
galletas delgadas cubiertas por una especie de melaza muy dulce, cuando digo
muy dulce hablo en serio, soy muy golosa y no soy capaz de comer la jalea sola
de lo empalagosa que es.
Ingredientes originales:
Una botella de vino tinto dulce económico (Ejem)
Añade (syrah puede valer)
1 y ½ tazas de miel
½ taza de vinagre de vino tinto
1 cucharada de poudreforte (ver página 6)
½ taza de ciruelas pasas o dátiles picados
½ taza de pasas de Corinto
1 taza de higos frescos o secos cortados en dados
(si no se encuentran se pueden sustituir por bayas)
Nueces caramelizadas en trozos (opcional pero
delicioso)
Masa medieval dulce (ver página 9)
Aceite de oliva suave para freír
El primer paso es buscar los ingredientes. Nos
podemos ir olvidando de encontrar fácilmente higos en esta época del año, así
que rápidamente quedan sustituidos por arándanos en bolsa, añadí al carrito dátiles
y uvas pasas, no había de Corinto y nos conformamos con pasas sultanas.
Continuando con la compra la siguiente parada fue en la sección de vinos….
Donde sin pensármelo mucho compré una botella de jerez.
En este caso no agregue a la receta las nueces
caramelizadas y el resto de ingredientes no tenía mucho problema.
Esta receta en realidad consta de tres partes
distintas y tras pensarlo he decidido dividirlas en tres post. Este está
dedicado a la cobertura dulce. La receta queda así.
Una botella de jerez
355 ml de miel
118 ml de vinagre de vino tinto
1 cucharada de poudre
forte
70 Gr de dátiles picados
70 Gr de uvas pasas
135 Gr de arándanos
En una olla donde quepan todos los ingredientes, mezcla
el jerez con la miel y llévalo a ebullición, baja el fuego y quita toda la
espuma que se ha formado en la superficie del líquido.
Añade el resto de los ingredientes, llévalo a ebullición
de nuevo y baja otra vez a fuego lento, déjalo reducir a fuego lento una hora
aproximadamente, removiendo de vez en cuando. Debe quedar pegado en la parte
inferior de una cuchara, con una consistencia parecida a la de la mermelada. Mucho
cuidado que no se queme.
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